jueves, 21 de julio de 2011

5:00 A.M.

Son las cinco de la mañana hace poco mas de una hora que decidio levantarse y ponerse a trabajar, demasiada calor para dormir, llevaba mas de media hora sin tabaco, asi que decidio ir a comprar tabaco y tomar cafe en el Kiosco Tomas, si no habia abierto ya estaria apunto de hacerlo.

Decidio no vestirse y salir con la ropa de casa, unas bermudas andrajosas y una camiseta sin mangas, roida por el sol, cogio las llaves de casa , el mechero y cerro la puerta tras de si. El kiosco estaba cerca, en la plaza del ayuntamiento, asi que decidio no coger el coche e ir dandose un paseo, a el normalmente no le gustaba pasear, pero si gustaba de las noches de imsomnio salir a pasear por el pueblo, mientras se dejaba envolver por el sonido del silencio, le encantaba esa sensacion de paz.

Tomas aun no habia abierto y se sento en un banco a escasos metros del kiosco, cuando a los pocos minutos un coche paro cerca de el, y penso debe ser Tomas...sin embargo del automovil se apeo una apuesta chica morena, alta, con un elegante traje de pantalon y chaqueta y unas sandalias con un fino e interminable tacon, la observo durante unos momentos, pero al poco retiro la vista, no quiso inquietarla, con las pintas que llevaba asustaria al mas pintado, la chica paso a sus espaldas y el volvio la cabeza para observar aquella preciosidad, mientras se preguntaba donde ira ha estas horas y por que el gañan del coche no la ha acompañado hasta casa, la caballerosidad estaba francamente en extincion, la siguio con la mirada hasta que la perdio de vista.

Continuaba sentado, pensando en donde se habria metido Tomas ya eran las cinco y cuarto y no asomaba, a lo lejos escucho unos pasos a su espalda y se giro a ver si era Tomas, pero no alo lejos se vislumbraba la escultural figura de la chica que volvia tras sus pasos, el siguio con sus deducciones de la posible tardanza de Tomas, cuando escucho una voz masculina, no acertaba a entender las palabras, era un muchacho en busca de la chica morena, empezaron hablar y esta vez distinguio lo que decian, eran Rumanos, asi que la chica es una prostituta y el su chulo, recordaba que en su anterior barrio en la cafeteria de abajo se juntaban unos cuantos rumanos a esperar a sus chicas y desayunar. Penso que no conocia a un solo rumano que trabajase honradamente, no dudaba que no los hubiese, solo se dijo es curioso que no conozcas a ninguno, la pareja avanzo calle abajo y dejo de oir el mormullo de su conversacion.

Al fin llego Tomas y empezo abrir el kiosco mientras otros clientes empezaban a llegar y pedir sus respectivos cafes, el espero paciente, aunque el resto de clientes no respetaban el turno d ellegada, total el no tenia prisa y aquellos hombres eran obreros con sus prisas, espero a que el ultimo d elos obreros fuesen atendidos para , por fin pedir su ansiado tabaco y un cafe templado.

Pidio la cuenta y emprendio el paseo de regreso a casa, cuando una pareja de municipales paro su vehiculo a su altura para observarlo, el penso lo que me hacia falta que me pidiesen documentacion y me hagan perder el tiempo, cuando cruzo su camino con los agentes les dio unos amables buenos dias agentes y prosiguio camino a casa.

Llegando a casa en uno de los pisos cercanos se oia un ronquido que con seguridad sobrepasaba los decibelios permitidos por las ordenanzas municipales, el penso menudo bicho tendria que estar hecho el susodicho se compadecia de quien compartiese cama con el, subio las escaleras de la placeta de su urbanizacion, entro en casa, miro el reloj y eran las cinco y cuarenta y cinco... se sento ante su ordenador de sobremesa y prosiguio con el tedioso trabajo.....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Don Francisco, esto es pura literatura.
José Luis

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