Amantes

Acariciaba su piel con dedos tembloros, una vez más,

ella le producía ese efecto, su piel desnuda le excitaba
sobremanera y el deseo de poseerla y hacerla suya,
lejos de disminuir se intensificaba conforme el tic tac
del reloj marcaba lento e inexorablemente sus pasos
y es que el tiempo cuando estaban juntos detenía su
caminar  como si supiese que no se puede luchar con el amor
de amantes llenos de pasión y devoción, tocados
con el don de Eros y Afrodita que desde el Olimpo contemplaban
con satisfacción el amor entregado y sin reservas de amantes
cómplices en la búsqueda de sus destinos… la Felicidad