Ojos bellos y
puros como el color de la miel, sinceros, francos, fijos en mi mirada como si leyera
líneas invisibles escritas en un corazón mudo incapaz de pronunciar palabras de
amor, de ese amor nacido en lo mas profundo del órgano vital que le dotaba no
solo de vida si no de sentimientos tan vitales como el latir del huésped que
alojaba aquellos singulares sentimientos incapaz de pronunciarlos, rehenes en una
prisión llamada timidez.
jueves, 21 de junio de 2012
viernes, 8 de junio de 2012
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